23 marzo 2010

¿Tanto cambiamos en los últimos veranos? Qué ocurrió para que la amistad quedase tan rota como aquel jarrón empujado que cuando se estrella contra el suelo se rompe en mil añicos. ¿No guardas nada bueno en tu corazón? ¿No sientes esa acuciante necesidad de hacer una llamada, una pregunta, un porque? Yo sí, en silencio te echo de menos, pero no hago nada por cambiar la situación. El orgullo es un mal común que nos hace comportarnos a veces de maneras absurdas, pero es muy difícil luchar contra él. Recuerdo tantas horas de conversación, tantos puntos de vista distintos, tantas alegrías, tantas tristezas, tantos sueños, algunos realizados, otros por realizar. Necesito un desahogo pero nadie quiere escucharme, antes no se iba de mi mente, comenzaba con un murmullo de leves porqués, nacía en mi cabeza e iba creciendo y creciendo hasta que la pregunta era formulada con un grito desesperado esperando una sonora respuesta, esa que no llegó nunca. Con el paso del tiempo la coraza se ha hecho más fuerte y será más difícil penetrar en ella, pero confió en que mi corazón me haga hacer lo correcto, solo seguiré a los instintos propios de mi alma. A veces tardas en darte cuenta de lo que necesitas realmente, pero puede que no sea demasiado tarde, siempre hay una pequeña esperanza a lo largo de esta vida. Pero llegados a este apunto ¿podrías arrepentirte?, ¿serás capaz de dejar todo lo malo atrás y pensar sólo en lo bueno?. Puede que merezca la pena o puede que ya sea demasiado tarde. Jamás te olvide, pero un dolor se instaló en mi ser haciéndome más fuerte y también más insensible, pues nunca volviste a dar ninguna muestra de interés. ¿Y si estabas equivocada y la amistad fue una cortina de humo?…Prefiero pensar que no…¿Volverás? No lo sé…

No hay comentarios:

Publicar un comentario